Somos una gran familia que se entrega con pasión a convertir en realidad sus sueños y uno de los más importantes era producir una buena cerveza artesanal. Tuvieron que pasar varios años antes de verlo cristalizado; primero había que ver cómo lo hacen en los países de añeja tradición cervecera y aprender de ellos, tomar cursos, estudiar y realizar un sinnúmero de pruebas antes de lograr una bebida que pudiéramos compartir con orgullo.

 

Así fue como nació La Hechicera, que, mientras recita conjuros secretos, mezcla malta, levadura y lúpulo de la mejor calidad, logra producir brebajes que dejan encantado al paladar más exigente. Nuestra pasión resultó contagiosa y ahora el grupo ha crecido. Junto al Santuario de Atotonilco, declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, bajo la fronda de mezquites centenarios, junto a un estanque bordeado de Jardines y vegetales orgánicos, hemos instalado nuestra planta productora y sala de degustación para que disfruten ustedes de una experiencia inolvidable. ¡Los esperamos!